Samanta

Historia Información
Fetish fight.
2.1k palabras
4.43
5.6k
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Parte 1 de la serie de 2 partes

Actualizado 03/17/2021
Creado 10/16/2011
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Estaba sentado en la sala de espera en las oficinas de la compañía productora esperando a que llegara la cuadrilla de filmación, entre las que estaba mi esposa Samanta. Cuando la van llegó, ví las caras de preocupación de los camarógrafos y asistentes. Abrieron la puerta trasera de la van y corrí a ayudarles. Sam, mi esposa y otra joven se veían bastante lastimadas. De inmediato las llevamos dentro a una sala de juntas y recosté a Sam, que estaba inconsciente, en la mesa, colocando un cojín bajo su cabeza.

El doctor le abrió el ojo izquierdo para revisar sus reflejos, le tomó sus signos vitales y de inmediato solicitó una ambulancia para trasladarla al hospital. El ojo derecho de Sam estaba hinchado y se veía púrpura de la inflamación, sus largas pestañas estaban completamente cubiertas por la hinchazón de sus párpados.

Samanta tiene 22 años, mide 1.70 Mts., y sus medidas son 99, 65, 100. Tiene la piel bronceada, piernas largas musculosas por el ejercicio, labios carnosos, grandes ojos negros con larguísimas pestañas y una cara que todos los que la ven le dicen que aparenta tener 18 años. Sus senos son redondos y firmes con pezones oscuros y largos rodeados por areolas amplias como la tapa de una lata de cerveza. Tanto Sam como yo trabajamos para una compañía que se dedica a filmar películas fetichistas y tenemos bastante libertad sexual.

Sam empezaba a volver en si cuando noté que tenía raspones en los brazos y piernas. Le abrí la bata con la que estaba cubierta y pude ver moretones en su estómago y costados. Sus tetas mostraban marcas de dientes y su pezón derecho una herida en la base, con sangre seca. No tenía sostén y tampoco tenía la tanga que le había visto por la mañana. Su pubis estaba totalmente sin pelo y se le veía sangre seca en el monte de venus. Sus labios vaginales estaban inflamados y con un feo color púrpura. Los muslos tenían moretones y raspones por todos lados. Le pedí a Ana, la secretaria, que me pasara el botiquín de primeros auxilios y tomando gasas húmedas empecé a limpiar su cuerpo mientras Sam se quejaba cuando le tocaba alguno de los moretones o raspones.

Llegó la ambulancia y nos montamos en ella Pedro, el novio de Julia, la otra chica, Samanta, el Médico y yo. Julia es una hermosa chica de 20 años, con la que he trabajado algunas veces pero no la reconocí porque tenía toda la cara hinchada, los ojos cerrados y los labios rotos e inflamados. Parecía que tanto a Samanta como a Julia las habían golpeado salvajemente. Quería preguntarle al médico lo que les había ocurrido pero él y los paramédicos estaban ocupados atendiendo las heridas de Sam y Julia.

Pedro y yo nos quedamos en la sala de espera mientras atendían a Sam y a Julia, cuando llegaron otros compañeros del estudio. Uno de los camarógrafos traía cargando su cámara y de inmediato le pedimos que nos mostrara que había pasado. Nos fuimos a la habitación que les habían asignado y él conectó su cámara a la TV que estaba en la habitación. Solo ingresamos Pedro y yo con él mientras los demás esperaban afuera.

En la pantalla vimos que un tipo vestido de smoking anunciaba en un ring a Samanta y a Julia, ellas entraron con sus batas, cuando se las quitaron se escucharon silbidos y exclamaciones de admiración. Ambas tenían puesto un bikini morado con tanga brasileña del mismo color. El brasiere apenas podía sostener las tetas de ambas y en el caso de Sam, la areola se percibía en la parte superior del top, ambas estaban descalsas.

El anunciador presentó a las rivales, las "Destructoras", una rubia y una negra, ambas de más de 1:80 Mts., con más de 100 kg. de peso y brandes pechos. Las dos estaban vestidas con unos speedo negros, rodilleras, coderas y botas de lucha del mismo color. En el momento en que las ví comprendí lo ocurrido, y un escalofrío recorrió mi cuerpo. Sam es un luchadora aceptable y le gustan los deportes de contacto, mientras el anunciador explicaba las reglas, empezando porque se trataba de una lucha sin descalificación a dos caías de tres, de inmediato la güera y la negra se lanzaron sobre Sam y July, quienes no se habían quitado aún la bata y estaban saludando a los presentes dándole la espalda a sus rivales. La rubia tomó de los cabellos a Julia y la lanzó fuera del ring, bajándose ella y aprovechando para caerle encima, al parecer con las rodillas, por que por la toma no se apreciaba. La cámara regresó al ring y la Negra tenía a Sam en un candado al cuello por detrás, lo que dejaba a Sam con la espalda arqueada haca atrás y sus pechos proyectados hacia el frente. La Negrota con su mano derecho agarró el pecho derecho de Sam mientras aplicaba más presión en su cuello con la mano izquierda. La cámara se acercó al pecho de Sam, que estaba siendo aplastado por la negra mano, de repente la negra soltó la teta y de un tirón en el cordel del bikini lo liberó, dejando expuestas ambas esferas y levantando la mano la dejó caer con la palma abierta sobre el pecho izquierdo, comprimiéndolo contra las costillas y agarrándolo con gran fuerza, se veía la piel del seno entre los dedos de la negra, mientras se escuchaban los gritos de dolor de Sam, y en el fondo los de Julia, que estaba fuera del área de visión de la cámara. Pedro preguntó por Julia, pero el camarógrafo le dijo que otra cámara estaba grabando lo que pasaba fuera del ring.

La negra tenía a Sam en el centro del ring, con una rodilla en su espalda y el cuello atrapado en el brazo izquierdo de la negra. Esta, nuevamente levantó su manaza derecha mientras se escuchaba a los espectadores que coreaban "otra, otra, otra" y así lo hizo, descargó un tremendo manotazo con la palma abierta en el seno derecho de Sam quien nuevamente gritó y continuó gritándo porque la manota de la negra tenía atrapada la teta y la estaba apretando como una naranja. La camara hizo un acercamiento a la teta y se podía ver el pezón hinchado entre los negros dedos como un globo cuando lo aprietas.

La negra soltó la teta y de inmediato se veía marcada como una huella enrojecida la mano de la negra sobre la teta de Sam. Sin soltar a Sam, la negra cerró el puño y atrapó entre los dedos índice y pulgar el pezón del seno izquierdo, apretándolo como se exprime un limón, después le dio un fuerte tirón como si quisiera arrancarle el pezón a Sam. Sam trataba de quitarse el candado al cuello pero entre la falta de oxígeno y el dolor en su teta la tenían en un predicamento.

La negra dejó la teta de Sam y levantando la mano derecha en forma de garra para que los asistentes la vieran, tomó nuevamente la teta desde la base y comprimiéndola entre sus dedos la apretó como si exprimiera una naranja. El pezón y la areola estaban totalmente hinchados de la presión y de repente la negra agachó la cabeza y jaló hacia su boca la teta que estaba exprimiendo, entonces engulló parte del seno y cerró fuertemente las mandíbulas. Sam dejó de luchar, sus manos cayeron hacia los lados desvaneciéndose del dolor. La negra no dejaba de darle mordidas a la teta de Sam. Cerraba la mandíbula enseñando los dientes mientras los incaba en la teta para que los espectadores y la cámara pudieran captar bien la imagen, levantaba la cabeza mientras jalaba ferozmente la teta y después agitaba la cabeza hacia la derecha y hacia la izquierda. Sam seguía sin dar señales de vida. La negra se cansó de torturar la teta de Sam y soltó la teta así como el cuello de mi esposa. Sam cayó a la lona desmadejada, la cámara hizo un acercamiento y se podía ver claramente una fea herida en la base del pezón que había sido torturado. La negra regresó con Sam, la jaló del pelo hacia una esquina y ahí la colocó sentada recargada en la primera cuerda. Entonces empezó a darle cachetadas fuertes para que despertara. La cabeza de Sam se movía de derecha a izquierda según la mano con la que estaba siendo golpeada. Sam despertó y trató de cubrirse con las manos, entonces la negra la tomó del pelo y la hizo que se pusiera de pie. Una vez parada la proyectó sobre la segunda cuerda hacia fuera del ring.

La cámara siguió a Sam afuera del ring, mientras se veía al fondo que Julia estaba siendo empujada por debajo de la primera cuerda por la rubia. Sam cayó mal golpeándose el lado derecho de la cara contra el piso. La negra levantó a Sam jalándola del pelo y la empezó a jalar llevándola hacia el público. Una mujer de mediana edad le hacía señas para que se acercara y la negra llevó a Sam hacia su mesa. La mujer se levantó de su asiento y la negra golpeó la cabeza de Sam contra el respaldo de la silla que acababa de dejar la mujer. Sam cayo de rodillas y la negra nuevamente la tomó del pelo levantándola. Sam tenía una cortada en la cabeza pero no se podía ver donde porque su cabello estaba todo revuelto y ahora pegajoso con la sangre de la herida. La negra giró a Sam para que quedara de espaldas a la mesa, entonces la tomó del cuello con la mano izquierda y con la mano derecha agarró la entrepierna de Sam. Haciendo gala de fuerza la levantó sobre su cabeza, sosteniéndola unos segundos mientras la cámara hacía un acercamiento al agarre que tenía sobre la entrepierna, claramente se podía ver que al menos tres dedos estaban dentro de la vagina de Sam. Después la azotó contra la mesa quedando Sam nuevamente inconsciente sobre la mesa. La negra extendió la mano derecha señalando al cuerpo maltrecho de mi esposa y de inmediato tanto hombres como mujeres que estaban sentados en la mesa cayeron como jauría sobre el cuerpo de Sam.

No había forma de escapar, además de estar inconsciente, los cuatro hombres tomaron las extremidades de Sam y la amarraron con las servilletas de tela de la mesa. Una de las mujeres estaba golpeando furiosamente la entrepierna poniendo especial atención al clítoris. La cámara capto el momento en que golpeaba con toda su fuerza causando arañones en los labios vaginales con los anillos que tenía. Esta mujer tenía manchado su vestido con la sangre de Sam. Uno de los hombres, ya mayor de sesenta años estaba succionando el pecho izquierdo de Sam con una mano apretaba la base de la teta y con la boca hacía fuerte succión porque se veían sus cachetes muy hundidos cuando succionaba. Otra mujer succionaba la otra teta dándole mordidas al pezón. Otra mujer, algo más madura estaba golpeando el estómago de Sam con el tacón de una zapatilla. Uno de los hombres estaba insertándo el tacón de una zapatilla en el ano de Sam mientras la mujer que golpeada la entrepierna de Sam dejó de hacerlo y empezó a meter los dedos de su mano en la vagina de Sam. Poco a poco fue desapareciendo su mano hasta que sólo se veía su muñeca, la fue retirando dejando un rastro de sangre en su mano y al ver esto furiosamente metió de nuevo la mano con el puño cerrado golpeando el cerviz de Sam. La cámara se alejó un poco y se pódía ver a los asistentes como una jauría de hienas sobre el cuerpo de mi esposa. En ese momento unos guardias de seguridad llegaron a liberar a Sam y rescatarla de sus torturadores.

La cámara regresó al ring donde las Destructoras estaban paradas sobre el cuerpo de July y les estaban levantando la mano. La cámara hizo un acercamiento y se podía ver que July también estaba sangrando de varias heridas por todo su cuerpo. Anita entró a la habitación y jalándome del brazo me llevó con el médico que acababa de atender a mi esposa. El médico nos dijo que Sam tendría que quedarse en observación esa noche y que aunque sus lesiones parecían mas serias al principio, Sam estaba bien y se recuperaría pronto, sólo que no podría tener relaciones sexuales en al menos dos semanas para que las lesiones internas cicatrizaran y no hubiese riesgo de infección. Esa noche me la pasé velando al pie de su cama y acariciando sus heridas. Las hienas le habían mordido casi todo el cuerpo.

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